miércoles, 28 de septiembre de 2011

MANCHAS

La noche peregrina en la memoria de un cuerpo. Se levanta de mi cadáver. No vé otra cosa que a sí misma.
He de volver a mis huesos. Busco los cabellos de un pájaro que se golpea en mi tumba.
Atrapado entre las rocas, hay un coro de muertos.
Un cortejo de muñecas lleva papel dorado con un corazón metido en sus ojos.