RESBALANDO EN LOS LABIOS DE LA TARDE CUANDO CHOCAN SUS DOS TERNURAS.
Quiero que tus caderas sean el contorno de mis palabras. Y entre tus muslos elegir donde acostar mi mente. Sentir el algodón de tu sexualidad. Trabajarlo y oirlo en un solo crujir desde tu alma. La dulzura me detiene recostado sobre tu nombre.