lunes, 13 de enero de 2014

LOS OJOS QUE MURIERON EN UN RAYO DE LUNA QUE EL VIENTO RODEABA EN FRÁGILES HUÍDAS.

Juró lacrar sus ojos. 
Hay un agujero. El muro tiembla. Los relojes se alimentan de silencio. 
Ella hunde su mano en la pared y el olvido de mis palabras suena mágicamente. 
Después, a golpes, el alba se inmoviliza en un jazmín.
- Ponme en los labios el vértice de tu tristeza....