Estaba quieta la calma sobre un bulto de amor. Acostada sobre mis labios, tu boca, detenida, resbaló besada hasta donde te llegaba mi voz.
- En un solo sonido de tu alma metí el espacio de verdad que más necesitabas oir.
- Y yo te espero. Cubierta con la luz de lluvia que me dejó tu saliva. Olvidada sobre una manzana, esa que vive hoy conmigo sobre tu nombre perdido.
- En un solo sonido de tu alma metí el espacio de verdad que más necesitabas oir.
- Y yo te espero. Cubierta con la luz de lluvia que me dejó tu saliva. Olvidada sobre una manzana, esa que vive hoy conmigo sobre tu nombre perdido.