Ella estaba rota en su grito por dentro cuando la encontré metida en mi voz pálida y corta.
- Presiento un lugar que nadie más que nosotros conocemos, nos dijo el eco.
Pero sus palabras nunca llegaron a apoderarse de nuestros hechos. Entonces nos partimos, como una uva húmeda.
Nos abrazamos, en silencio.
- Vida, tienes el útero tan frío...
- Es que estás dentro de mi miedo a la muerte de tu amor.
- Presiento un lugar que nadie más que nosotros conocemos, nos dijo el eco.
Pero sus palabras nunca llegaron a apoderarse de nuestros hechos. Entonces nos partimos, como una uva húmeda.
Nos abrazamos, en silencio.
- Vida, tienes el útero tan frío...
- Es que estás dentro de mi miedo a la muerte de tu amor.