lunes, 24 de junio de 2013

LA ENCARNACIÓN DEL OLVIDO QUE BRILLABA DESDE LA MATERIA EN UN SILENCIO QUE QUISO ENTRAR EN UNA HUELLA DE AMOR ASESINADA EN EL NACIMIENTO DE UN BESO.

Ella estaba rota en su grito por dentro cuando la encontré metida en mi voz pálida y corta.
- Presiento un lugar que nadie más que nosotros conocemos, nos dijo el eco.
Pero sus palabras nunca llegaron a apoderarse de nuestros hechos. Entonces nos partimos, como una uva húmeda.
Nos abrazamos, en silencio.
- Vida, tienes el útero tan frío...
- Es que estás dentro de mi miedo a la muerte de tu amor.