lunes, 5 de agosto de 2013

ELLA REPOSABA EN MI CORAZÓN Y EL PESO DE SU MUNDO ERA LA PRESIÓN INVISIBLE DE SU LÁGRIMA EN EL CALOR MI ALMA.

Tu quererme azul se cierra. 
Y me lo lloro. 
Huele a carne de mi boca puesta en tus labios de piel. 
Entonces el olvido nos hizo el amor, y descubrimos la ausencia.
- Cómo sería acostarme con tus palabras...Y bebérmelas en un rostro que no se ve.