lunes, 10 de febrero de 2014

EL GEMIDO QUE SE ENCERRABA EN LA LUZ QUE DEJABAN LOS HUECOS EN SU RECUERDO.

No hay soledad más triste que la de un útero abandonado. 
La noche no es azul. Hay una plaga de espacios por donde corre una niña.
- Enrique, ¡ escribe un poema donde tú seas lo que yo no veo !
La eternidad se muere de presencias.
Entonces el amor canta... Pero su memoria no se abre.