La recuerda con el sexo bajo el alma. Busca amor en las líneas semi preciosas de sus pezones.
Ella, deja que dos pechos sean sus frontones. Dos montes de arena excitados que se quedan a vivir en la tierra de los labios.
Sus ovarios hacen espejos con el ruido más tenebroso de mi corazón.
Y me ama, en cada trozo de mí.