miércoles, 3 de octubre de 2012

EL SUEÑO QUE TIRABA PIEDRITAS DONDE RESIDÍAN LAS HUELLAS DE NUESTRO AMOR.

El beso se abrió en el viento de los árboles. Se estiró bajo la llovizna. Tu aliento salía de las esclusas del gesto. Sin ruidos.
- Pusiste mi fragilidad sobre el nombre de un dolor. Desde la tormenta, tu piel me diluvia.
- Búscame, amor. El roció escribió un poema con tu semen. Dime cuando ya no seas papel mojado...