lunes, 11 de febrero de 2013

LOS LIRIOS DE HIELO VESTIDOS CON EL POLVO MUDO QUE DEJABAN NUESTROS SEXOS CUANDO SOBREVOLABAN LA HUMEDAD QUE SE TENDÍA PARA MAMAR.

Y sentían sus almas, como si fueran dos redes confundidas, al rozar con el borde de sus lágrimas la respiración lunar.
- Estás hecha de perennes besos contra mi soledad.
- ¿ Por eso es que tus ojos se parecen tanto a la palabra "nunca" ?
Entonces, un trote de caballo se completó en un sueño detenido por última vez.