De niña se durmió sobre un caballo de madera que se la llevó al trote. Alucinada, cubrió mis recuerdos con piel de pájaro. Luego, fabricó mi beso a su imagen y semejanza. Su deseo en mí fue espesura. Y luego, humedad.
- Bebe en las piedras de mi amor, vida. Inúndame de silencios cuando hayas puesto mi alma mojada entre tus rocas...
Y Tirité de sangre, remando en su lágrima.
Y un vacío, que pedaleaba sobre las olas, buscaba un hueco para escribir:
"Dios no vive en lo más íntimo de nosotros, se reproduce en los límites periféricos de nuestra fiebre".
- Bebe en las piedras de mi amor, vida. Inúndame de silencios cuando hayas puesto mi alma mojada entre tus rocas...
Y Tirité de sangre, remando en su lágrima.
Y un vacío, que pedaleaba sobre las olas, buscaba un hueco para escribir:
"Dios no vive en lo más íntimo de nosotros, se reproduce en los límites periféricos de nuestra fiebre".