lunes, 13 de mayo de 2013

LA FUGA DEL DOLOR QUE RESPIRABA SU CALOR ENTRE LOS VELOS FLOTANTES QUE SE ASOMABAN POR UNA SONRISA QUE BRILLABA RECORTADA DESDE UN CUADERNO ESCOLAR.

El odio se besaba con el ser que nunca fui.
Mientras, tú, parías vientos confundidos entre tanto mes rellenado con días sin mí.
Una ausencia de cuerpos nos bebía. Nos hundía las manos enamoradas en la memoria. Su cuchillo, quedó abandonado, oculto en un cofre de ideas.
- Os voy a matar, nos dijo el agujero.
Y fuimos "uno"... solos como una mancha roja de arena húmeda.