lunes, 28 de octubre de 2013

EL CHORRO DE CARICIAS QUE AMPLIABA EL SONIDO DEL AMOR ENTRE LAS LÁGRIMAS QUE ERAN CANTADAS EN EL CABELLO DE UNA MUJER SOLITARIA.

Escarchas calientes se funden a lo largo de la esperanza que flota al interior de tus pechos. La imagen que se piensa es mi corazón reflejado en el brillo de tus pezones.  La frialdad y la tibieza se hunden finalmente en un suelo lleno de papeles.
Un murciélago infinito galopa sobre las sensaciones que aún producen en mí éstas palabras:
- Tus besos son cómo anguilas que yo dejé resbalar entre mis labios. No hay ya un sólo territorio anímico donde podamor huir con nuestro amor...