lunes, 16 de diciembre de 2013

EL INSTANTE QUE SE DESHACÍA AL HACER EL AMOR EN LA BRECHA DE UNA VOZ QUE MORÍA EN EL ORIFICIO DE OTRO SILENCIO.

Una caricia se acuesta en una navaja y cierra los ojos. Los peces dorados del amor se hacen bolas olvidados al interior de un sentimiento. 
Los gemidos se gastan el sexo dulcemente. Piden entrar en una alegría transparente.
Llueve...
Una muchacha que corre detrás del amor muere de pie.