lunes, 9 de diciembre de 2013

LOS ÁNGELES QUE SE ARROJABAN AL VACÍO EN UNA MIRADA HUMANA PARA PODER GRITARNOS DESDE EL BORDE DE LAS COSAS.

Una imagen del amor toca físicamente los ojos de su certeza.
Se hunde una barca cuando un niño cesa de respirar.
La sonrisa, en tanto, asume un mundo que mira sin mirar.
Yo me callo en la mente del silencio. Muy adentro... allí donde el arco iris llora con mis ojos cerrados.